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VISIÓN DE MERCADOS
Enero de 2020
PREVIO
Este informe ha sido elaborado por ENDOR INVERSIONES, a través de su colaboración con BBVA Banca Privada, a partir de diferentes fuentes y en ningún caso constituye una recomendación de compra.
Dicho análisis debe observarse como nuestra particular visión de los mercados y su posición actual.
DISTRIBUCIÓN DE ACTIVOS
Se cierra un año excelente para los mercados financieros, aunque no exento de volatilidad. A cierre de año, el índice S&P ha ganado un 28,9%, el Eurostoxx 50 un 24,8% y el selectivo Ibex un 11,8%. El peor comportamiento relativo de nuestro índice se explica por el elevado peso del sector bancario en el mismo, en un año en que la banca ha sufrido por unos tipos de interés en mínimos y, especialmente, por la decisión del BCE de penalizar aún más el exceso de liquidez depositado por las entidades en el banco central (bajó el tipo depo del -0,4% al -0,5% en septiembre).
Las negociaciones comerciales han sido el principal motor director de los mercados durante 2019, con muchos dimes y diretes entre ambas partes, y con la imposición por parte de Trump de aranceles a todos los productos chinos que llegan a su país.
A cierre de año, parece que ambas partes han llegado a un principio de acuerdo para la llamada fase 1, lo que ha servido para impulsar el optimismo de los inversores.
Lamentablemente, los efectos negativos de este mayor proteccionismo se han sentido en la economía. A lo largo del 2019 hemos visto continuas revisiones a la baja de las perspectivas de crecimiento, sobre todo por la debilidad del sector industrial, que se ha traducido en un retroceso de la inversión productiva, y en los últimos meses, se ha empezado a reflejar incluso en los índices de confianza de los consumidores.
A cierre de año, parece que las encuestas de confianza se han estabilizado, gracias a la llegada de este primer acuerdo, lo que hace esperar un año 2020 de desaceleración pero no de recesión mundial.
Los bancos centrales volverán a jugar un factor clave. Aunque los efectos de la expansión monetaria son cada vez menores, el mantenimiento de los bajos tipos de interés es necesario para facilitar la financiación de gobiernos (cada vez más endeudados), empresas y familias. Tras las tres rebajas de tipos llevadas a cabo por la Fed durante 2019, parece que en 2020 no deberíamos ver más movimientos, ni de subida ni de bajada. En cuanto al BCE, mantendrá en vigor las agresivas medidas de estímulo anunciadas en septiembre (rebaja del tipo depo, reintroducción del programa de compra de deuda, subastas especiales de liquidez TLTRO3), y además, se espera que la presidenta Christine Lagarde desvele en enero una nueva estrategia, en la que el apoyo de la política fiscal es muy probable.
El 2020 será previsiblemente un año de transición en lo económico. La firma de la fase 1 del acuerdo comercial prevista para este mes de enero es un avance, pero la solución definitiva sigue lejos, lo que puede generar mucha volatilidad. 2020 además es año electoral en EEUU, y esto puede suponer muchos vaivenes en la estrategia de Trump de cara al inminente inicio de las negociaciones de la llamada fase 2 del acuerdo.
El entorno económico también va a ser complicado. Aunque a cierre de 2019 los grandes temores de los inversores (guerra comercial, recesión mundial y Hard Brexit) se han ido diluyendo, la solución definitiva sigue estando lejos. La tensión comercial entre EEUU y China se ha reducido, pero los efectos económicos negativos ya son un hecho, algo que se observa no sólo en el sector industrial y en la inversión productiva, sino que empieza a hacer mella sobre el consumo. El riesgo de recesión es bajo, dado que las encuestas de confianza se han estabilizado, pero todo sigue dependiendo del comportamiento del empleo y del consumo doméstico. Se espera por tanto una rebaja en el crecimiento mundial, desde el 3,2% de 2018 hasta el 3,1% previsto para 2019.
DISTRIBUCIÓN DE SUBCLASES
RENTA FIJA.
Las rentabilidades de los bonos cierran el año en niveles muy bajos, pero lejos de los mínimos alcanzados en verano, en el punto álgido de los miedos a la recesión.
La rentabilidad del bono americano a 10 años se sitúa en el 1,89%, cuando llegó a situarse por debajo del 1,5% en verano, la del Bund alemán al mismo plazo en el -0,25%, también lejos de los mínimos del -0,5%, y la del bono español a 10 años cierra el año en el 0,43% (lo que implica una prima de riesgo de 60 pb.).
Las primas de riesgo de los bonos corporativos también se reducen a niveles mínimos, gracias a que estos activos se han convertido en los favoritos a la hora de buscar rentabilidad.
Ha sido un año de altibajos, pese a todo, y de nuevo con los bancos centrales como los grandes protagonistas. Empezamos enero con alegrías, gracias a la Reserva Federal de EEUU, que tras haber subido tipos en diciembre de 2018, cambiaba radicalmente el discurso y empezaba a hablar no sólo de no más subidas, sino incluso de posibles rebajas en caso de riesgos sobre la actividad económica (rebajas que luego se llevaban a cabo en la segunda parte del año, en julio, septiembre y octubre, de 25 pb. Cada una).
Por su parte el BCE confirmaba su intención de mantener los tipos bajos durante todo el año, en marzo anunciaba nuevas subastas de liquidez TLTRO3, que empezaron en septiembre y en la reunión de septiembre anunciaba toda una batería de medidas, entre las que destaca la rebaja del tipo depo (el que penaliza a los bancos por mantener demasiada liquidez en el BCE) del -0,4% al -0,5%, y el reinicio a partir de noviembre del programa de compra de deuda (a raíz de 20.000 mm.€ de compras de deuda pública y corporativa al mes), sin fecha final.
El mes de octubre traía el relevo de Draghi como presidente del BCE, tras 8 años de mandato. En su lugar, Christine Lagarde tomaba posesión del cargo el 1 de noviembre.
RENTA VARIABLE.
El año 2019 se cierra con un balance excelente para los inversores.
La mayoría de las bolsas internacionales ha cerrado el año con avances de dos dígitos, y ello pese a que el entorno económico ha ido de más a menos, a las crecientes tensiones comerciales entre EEUU y China, a los vaivenes en el Brexit y a un entorno geopolítico muy complicado, que ha generado también bastante volatilidad en el precio del crudo.
A cierre de diciembre, el índice S&P se sitúa en los 3.230 puntos, muy cerca de máximos históricos, lo que implica una subida del 28,9%, el europeo Eurostoxx 50 llega a los 3.745 puntos, un 24,8% de subida, y el Ibex 35 acaba el año en los 9.549 puntos, un 11,8% más que a cierre de 2018.
El peor comportamiento relativo de nuestro selectivo se explica fundamentalmente por el elevado peso del sector bancario.
Tras el excelente año 2019, se espera un año 2020 favorable a los activos de riesgo, aunque con rentabilidades sensiblemente más bajas (de un solo dígito en el caso de las bolsas).
Jorge Gómez
Endor Inversiones, S.L.
C/ Diego de León, 16 - 28006 Madrid
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