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VISIÓN DE MERCADOS
Enero de 2019
PREVIO
Este informe ha sido elaborado por ENDOR INVERSIONES, a través de su colaboración con BBVA Banca Privada, a partir de diferentes fuentes y en ningún caso constituye una recomendación de compra.
Dicho análisis debe observarse como nuestra particular visión de los mercados y su posición actual.
DISTRIBUCIÓN DE ACTIVOS
El año 2018 ha cerrado con rentabilidades negativas en prácticamente todos los activos. Es momento por tanto de hacer borrón y cuenta nueva y pensar ya en lo que nos espera en 2019. Para nosotros, será un año de volatilidad, típico de final de ciclo, pero son moderadamente optimistas en sus expectativas de rentabilidad para la mayor parte de los activos, que además, con las últimas caídas, ofrecen valoraciones mucho más atractivas.
En términos económicos, el año 2019 será, previsiblemente, un año de desaceleración económica a nivel mundial (previsión: 3,6% vs. 3,7% en 2019), pero no recesión, y con un crecimiento más divergente en las distintas regiones. De hecho, prevemos que la mayoría de economías sigan creciendo por encima de su tasa potencial, pero con un ritmo que, a diferencia de lo ocurrido en 2017 y 2018 no será sincronizado a escala mundial. El crecimiento de las distintas regiones será divergente, debido a las distintas políticas monetarias y fiscales así como la distinta sensibilidad a los riesgos geopolíticos. De nuevo EEUU se colocaría a la cabeza, con un crecimiento previsto del 2,7% (2,4% si miramos 4T18/4T19), seguido por los países emergentes, que pese al cierto freno en China, podrían crecer a una media del 5%. La Eurozona también conseguirá crecer todavía por encima del potencial, pese a estar ya en una fase más avanzada de ralentización.
Al igual que el resto de las economías europeas, España también afronta de cara al próximo año una ralentización de su ritmo de crecimiento, si bien el mismo seguirá estando por encima de la media europea (previsión 2019: +2,4%). Al igual que en el resto de Europa, es el sector exterior el que muestra signos de desaceleración, tanto por el menor crecimiento de nuestros socios comerciales como por factores específicos, como la potencial llegada de menor número de turistas (que ya hemos visto en 2018 ante el resurgimiento de nuevos destinos turísticos en el Mediterráneo). Mientras, se mantiene la fortaleza del consumo y de la inversión.
DISTRIBUCIÓN DE SUBCLASES
RENTA FIJA.
En renta fija, la ampliación de los spread de crédito en el último trimestre del año ha abierto oportunidades en bonos corporativos Grado de Inversión, y también en el universo High Yield, pero este caso sólo en Europa. Seguirá ofreciendo rentabilidades muy bajas, con sólo algunas oportunidades en activos corporativos o en deuda emergente. El miedo a una recesión mundial ha generado una fuerte ampliación de las primas de riesgo de muchos de estos activos, que cotizan ahora con un escenario demasiado desfavorable. En el caso de la deuda emergente, se prevé una menor fortaleza del dólar (previsión para los próximos seis meses para el EURUSD: 1,15). Además, se espera que la cotización se mantenga prácticamente estable durante la mayor parte del año, lo que favorecería una mayor estabilidad en las divisas emergentes, favoreciendo los títulos de deuda de estos países.
RENTA VARIABLE.
Se cierra un año negro para los inversores. Salvo honrosas excepciones (como la bolsa brasileña), prácticamente todos los activos financieros han terminado el año en negativo. Y diciembre ha sido incluso peor. El índice S&P, por ejemplo, se libró de cerrar su peor mes de diciembre desde 1931, gracias a una buena última semana. Las bolsas europeas han cerrado también un año negro, con pérdidas del Euro Stoxx 50 del 14,3%, del 18% en el caso del Dax alemán, o del 15% para el Ibex.
El pésimo 2018 no ha sido, no obstante, sólo consecuencia de este mes de diciembre. Hemos sufrido un año de mucha volatilidad, ligada a la renovada guerra comercial (no sólo entre EEUU y China, sino también entre EEUU y el resto de sus socios comerciales), la situación política en Italia, la tremenda volatilidad en los precios del crudo, los problemas de Turquía y Argentina, el miedo a un excesivo endurecimiento monetario de la Fed (que estrenó presidente, Jerome Powell, en febrero) o el Brexit. Y todo ello, pese a que los datos económicos y empresariales a nivel mundial han sido muy favorables. Especial mención a EEUU, con un crecimiento que se aceleraba a lo largo del año gracias a las rebajas fiscales, y a la solidez del consumo y la inversión, y a una tasa de paro en mínimos históricos. Lo mismo se puede decir del balance empresarial, con una subida media de beneficios en el año (a la espera de conocer este último trimestre), superior al 25%.
Pese a ello, consideramos que el crecimiento económico será suficiente como para, teniendo en cuenta las atractivas valoraciones actuales, permitir un buen comportamiento de las bolsas mundiales en 2019, tras el horrible 2018. Un tema clave para este año en las bolsas será la moderación de los beneficios. Aunque seguirán siendo positivos, su crecimiento será menor que en 2018. A nivel regional, EEUU sigue siendo el mercado favorito. La Reserva Federal está ya al final de su ciclo de subidas, la tensión comercial persiste, pero probablemente será menos virulenta, y aunque los beneficios empresariales crecerán algo menos este año (al agotarse el efecto puntual de la rebaja fiscal), seguirán siendo elevados.
Jorge Gómez
Endor Inversiones, S.L.
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