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VISIÓN DE MERCADOS
Febrero de 2020
PREVIO
Este informe ha sido elaborado por ENDOR INVERSIONES, a través de su colaboración con BBVA Banca Privada, a partir de diferentes fuentes y en ningún caso constituye una recomendación de compra.
Dicho análisis debe observarse como nuestra particular visión de los mercados y su posición actual.
DISTRIBUCIÓN DE ACTIVOS
El año 2020 empieza con un nuevo foco de preocupación en los mercados: la epidemia por coronavirus en China. A cierre de este informe, el número de personas afectadas supera los 30.000 y el número de muertos asciende a más de 500 personas. El pasado día 30 de enero la Organización Mundial de Salud declaraba la situación de epidemia internacional, si bien en su declaración incluye un informe favorable sobre las medidas de control tomadas por China. Esperan también que el número de afectados alcance su máximo durante la próxima semana.
La última semana ha servido para reducir el nerviosismo de los inversores, aunque siguen temiendo no sólo las consecuencias sanitarias del virus, sino también las económicas, sobre todo en la economía china y en la zona asiática. A cierre de mes de Enero, la situación sigue siendo de mucha volatilidad. El índice S&P cierra el mes de enero con ligeras caídas, el Eurostoxx 50 retrocede un -2,8% y el selectivo Ibex un -1,9%.
Lo peor se lo llevan, lógicamente, los mercados emergentes, con un retroceso del índice MSCI Emerging Markets del -4,7%. Y eso que la bolsa china, al igual que muchas otras bolsas de la región asiática, han permanecido cerradas durante la última semana del mes como consecuencia de la festividad de año nuevo (festividad que en el caso de China se ha extendido hasta el día 2 de febrero).
La epidemia por coronavirus ha eclipsado además las noticias económicas favorables. Durante el mes de enero hemos conocido múltiples indicadores de confianza tanto de consumidores como de empresarios que apuntan a una estabilización de la situación económica mundial, aunque en niveles bajos. En el caso de la Eurozona, las primeras cifras de PIB del cuarto trimestre mostraron lecturas muy bajas (+0,1% trimestral para la Eurozona, y caídas del -0,1% para Francia y del -0,3% para Italia), pero las encuestas de confianza PMI de enero apuntan a un mejor inicio de año. En cuanto a EEUU, el crecimiento también se ha reducido (2,3% anualizado en el cuarto trimestre), pero sigue siendo elevado, y con un consumo imparable, apoyado en las bajas cifras de desempleo.
La encuesta de confianza industrial ISM, conocida ayer, muestra además una recuperación hasta los niveles de 50 puntos (es decir, expansión), tras haber estado en mínimos desde 2009 en diciembre.
En el foro económico de Davos, en el que se habló mucho de los efectos del cambio climático, el FMI presentó su actualización de las previsiones de crecimiento para 2020, con revisiones a la baja respecto a lo estimado en otoño, pero con una visión de desaceleración pero no de recesión de la economía mundial. El crecimiento de la economía global se rebaja una décima hasta el 3,3% y dos para 2021 hasta el 3,4%. Las economías emergentes son las que sufren los mayores recortes, en especial la india (si bien estas estimaciones son anteriores al coronavirus). En cuanto a España, se revisa a la baja el crecimiento para 2020 hasta el 1,6%, si bien sigue siendo una cifra muy superior a la media de la zona euro (entre el 1%-1,1%).
Mucho ha tenido que ve en esta mejora de las encuestas de confianza la firma el pasado día 15 de enero de la fase 1 del acuerdo comercial entre China y EEUU. En cuanto a los detalles del acuerdo (86 páginas) las compras chinas de productos americanos serán 78.000 mn.$ en productos manufacturados, 52.000 mn.$ en energía, 32.000 mn.$ en agricultura y otros 37.900 mn.$ en servicios. Una cifra en línea con los 200.000 mn.$ entre 2020-21, tal y como se había anticipado.
Incluye también la promesa del gobierno chino de mejorar la protección de la propiedad intelectual, y un compromiso de no manipular su divisa. Trump ya ha anunciado que no habrá firma de la fase 2 hasta después de las elecciones, pero sí se volverán a reiniciar las negociaciones tan pronto como sea posible.
El mes se cerró además con un muy buen comportamiento del oro, cuyo precio alcanza máximos históricos ante la incertidumbre creciente, y con caídas en el precio del crudo (WTI: -15,6%). Esto último es destacable si tenemos en cuenta los malos comienzos de año, protagonizado por las tensiones entre EEUU e Irán tras el asesinato del general Soleimani por parte de EEUU.
Finalmente, ha sido un mes también para la cotización del dólar, que cierra el mes muy cerca del nivel de 1,10 frente al euro beneficiado también por el clima de incertidumbre mundial. Por último, el pasado 31 de enero se producía la salida del Reino Unido como miembro de la Unión Europea. Se inicia ahora un periodo transitorio, que durará teóricamente hasta finales de diciembre, durante el cual el gobierno Johnson tiene que decidir cómo quiere que sea la futura relación con sus antiguos socios. Desde la Comisión Europea, la presidenta Von der Leyen critica las prisas del Reino Unido por cerrar este periodo transitorio, y apuesta por una extensión un año más ante la magnitud de tratados a discutir, algo que no parece estar en la cabeza del gobierno británico. Es previsible por tanto que vuelva la volatilidad ligada a estas conversaciones, sobre todo si, como nos tienen acostumbrados, gran parte de los acuerdos se dejan para el último minuto.
DISTRIBUCIÓN DE SUBCLASES
RENTA FIJA.
Los bonos públicos han cerrado el mes de enero con avances, apoyados por su carácter de activo refugio, y por los mensajes de los bancos centrales. Tanto la Reserva Federal como el BCE tuvieron reuniones en enero, y el mensaje de ambos fue de tipos de interés bajos durante mucho tiempo, ante la ausencia de presiones inflacionistas. Como resultado, la rentabilidad del bono americano a 10 años ha bajado en enero desde el 1,9% al 1,51%, mientras que la de su homólogo alemán ha bajado desde el -0,19% al -0,43%.
En el caso del bono español, la rentabilidad se reduce también, pese a la incertidumbre política, con una prima de riesgo estable en torno a los 65-68 pb.
Así, en renta fija, se mantienen las apuestas sin cambios: renta fija corporativa, y bonos emergentes en divisa fuerte. Los bancos centrales van a seguir apoyando manteniendo los tipos excepcionalmente bajos, por lo que sigue existiendo la necesidad por parte de los inversores de buscar rentabilidad.
RENTA VARIABLE.
El inicio de la temporada de resultados ha traído una lectura positiva. A cierre de mes, 228 compañías del S&P (un 60% de su capitalización) habían publicado sus cifras de cierre de año, con un 73% batiendo expectativas de ingresos, y un 65% batiendo expectativas de ventas. En media, el crecimiento de las ventas se sitúa en el 1,5%, y en el 3,7% los ingresos. En Europa, sólo 69 de las 600 empresas del Europe Stoxx 600 han publicado cifras, con una caída de las ventas del -2,7% y de los ingresos del -14%, aunque con un comportamiento muy dispar entre sectores (cifras positivas de dos dígitos para telecomunicaciones, tecnología y materias primas, mientras que los bancos siguen restando).
La volatilidad va a persistir mientras siga la incertidumbre sobre el alcance de la epidemia, con el mayor castigo previsto en las bolsas asiáticas.
Como no todos los sectores podrán recuperar la producción perdida (y por lo tanto los ingresos) una vez que finalice la alarma, es probable que haya recortes en las estimaciones de beneficios. La temporada de resultados del cuarto trimestre de 2019 está siendo positiva, pero la clave son las expectativas futuras.
Cuando el virus se contenga, los mercados de valores deberían comenzar a recuperarse como demostraron durante esta última semana. En base a esta volatilidad prevista, en las carteras de febrero se ha recortado ligeramente el peso de la renta variable.
Jorge Gómez
Endor Inversiones, S.L.
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