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VISIÓN DE MERCADOS
Agosto de 2018
PREVIO
Este informe ha sido elaborado por ENDOR INVERSIONES, a través de su colaboración con BBVA Banca Privada, a partir de diferentes fuentes y en ningún caso constituye una recomendación de compra.
Dicho análisis debe observarse como nuestra particular visión de los mercados y su posición actual.
DISTRIBUCIÓN DE ACTIVOS
El mes de julio se cierra con la misma tónica que los meses anteriores, a saber, volatilidad ligada a las tensiones comerciales principalmente, pero con datos y resultados empresariales lo suficientemente favorables como para impedir fuertes caídas. Al cierre, el índice S&P cierra con un 3,6%, el mejor mes desde enero, mientras que el índice Eurostoxx 50 avanza un 3,8%, y la mayoría de las bolsa europeas también cierran en positivo (Dax: +4,1%; Ibex: +2,6%). También las bolsas emergentes recuperan terreno en julio, destacando la impresionante subida del Bovespa brasileño (+8,9% en julio). También la bolsa de Shanghai consigue cerrar en positivo (+2%) pese a la continua caída del yuan, favorecida por el propio gobierno chino, que quiere con esta medida contrarrestar los efectos negativos sobre su sector exterior de los nuevos aranceles impuestos desde EEUU.
En el lado negativo, los activos más castigados han sido las materias primas, con caídas del 7% para el petróleo WTI, del 2,3% para el oro, y del 3% de media para el índice CRB de materias primas. En el caso del crudo, pesa el incremento de la oferta, y en el resto, la relajación de las tensiones comerciales y las promesas del gobierno chino de nuevas medidas para limitar potenciales efectos negativos de los aranceles sobre su crecimiento (ha prometido más medidas fiscales y monetarias).
El sector tecnológico sufre por primera vez en muchos meses, en gran parte como consecuencia de las caídas de Facebook, tras la publicación de unos números que no convencieron a los inversores y que llevaron a la compañía a sufrir la mayor caída de la historia (120.000 millones de dólares en una sola jornada).
Las tensiones comerciales se mantienen como telón de fondo y suponen el principal foco de preocupación para los inversores (aunque este mes el sector tecnológico ha supuesto, como se ha comentado anteriormente, un importante quebradero de cabeza). El mes se iniciaba con la entrada en vigor de los aranceles canadienses a los productos metálicos importados desde EEUU y también, con el inicio de los aranceles del 25% establecidos por este último país sobre 34.000 millones de dólares de productos chinos. Suponen la primera parte de los 50.000 millones de dólares ya aprobados (el resto se empezarán a aplicar en septiembre). Los inversores están pendientes además de posibles nuevos aranceles del 10% sobre otros 200.000 millones de dólares de nuevos productos chinos (hasta finales de agosto no se conocerá el resultado).
En el lado positivo, la reunión entre Juncker y Trump de finales de julio parece haber alejado el riesgo de aranceles sobre los autos europeos (amenazaba con un 25% sobre las ventas), y según la propia Administración Trump, se estaría ya muy cerca de alcanzar un acuerdo sobre el NAFTA con el nuevo presidente de México, López Obrador (electo el pasado 1 de julio). También desde China se mantiene el tono conciliador, y el mismo 6 de julio su gobierno hacía pública una declaración en la que reitera su compromiso con las reformas de su país, con la apertura de sus mercados a empresas extranjeras y con mejorar la protección sobre la propiedad intelectual. La declaración implica además, para alivio de los inversores, que el gobierno chino no tiene interés en impedir a las empresas americanas hacer negocios en su país.
Mientras, los datos económicos y empresariales siguen saliendo del lado positivo. En EEUU, el crecimiento en el segundo trimestre alcanzó el 4,1% (trimestral anualizado), cifra por encima de lo esperado, que supone además la cifra más alta en cuatro años. La fortaleza de la demanda doméstica, favorecida por la situación de pleno empleo, junto con los efectos positivos de la rebaja de impuestos, justifican este buen comportamiento, que muestra también los escasos efectos de las tensiones comerciales sobre esta economía. Por su parte, la actividad económica también mantiene su fortaleza en Europa. Así lo muestran las encuestas de confianza empresarial, que remontan respecto a los meses anteriores, probablemente gracias a los avances en las negociaciones comerciales con EEUU. En España, de hecho, el crecimiento en el segundo trimestre alcanzó el 2,7% anual, gracias a la aportación del consumo privado.
En cuanto a los resultados empresariales, confirman la situación económica y, con la temporada todavía a medio camino, muestran un balance muy favorable. En EEUU, a cierre de este informe habían reportado cerca del 70% de las empresas del S&P, con un balance muy positivo. En media, los beneficios suben en el trimestre un 23%, con un 85% de las compañías que han reportado por encima de lo esperado. En Europa, la temporada va mucho más retrasada pero también muestra cifras muy favorables (subida media del beneficio del 6%).
Con este panorama económico y financiero, no es extraño que los bancos centrales hayan confirmado en julio su intención de seguir retirando estímulos. En EEUU, la Fed decidía en junio subir los tipos otros 25 puntos básicos, en línea con lo esperado, y en la reunión de esta semana confirmaba su intención de seguir subiendo en los próximos meses, hasta llegar a unos tipos neutrales del 3%-3,5%. En Europa, el BCE poco interés en la reunión del BCE, pues los inversores ya saben que la autoridad monetaria terminará su programa de compra de deuda en diciembre, pero que no empezará a subir los tipos al menos hasta verano de 2019.
DISTRIBUCIÓN DE SUBCLASES
RENTA FIJA.
En cuanto la renta fija, el cambio en las políticas monetarias a nivel mundial, y especialmente en EEUU, hace que sigamos teniendo una visión negativa de los bonos gubernamentales (cuyas rentabilidades han subido además en julio). Seguimos apostando por deuda corporativa global y también, por deuda high yield europea. En cuanto a los bonos emergentes, se mantiene la visión positiva, aunque la volatilidad cambiaria hace que sólo la deuda en divisa fuerte (dólar, euro) sea atractiva.
RENTA VARIABLE.
El mes de agosto es un mes tradicionalmente de poca actividad bursátil, y ello implica que los movimientos se pueden ver incrementados (tanto a la baja como al alza). Persiste por tanto la volatilidad. La duración de la recuperación actual (en verano de 2019 será la más larga de la historia de EEUU) hace que los inversores duden de la sostenibilidad de las subidas bursátiles, a lo que se añade el miedo a las consecuencias del endurecimiento monetario y las disputas comerciales. Esto se plasma en una vuelta a niveles normales de volatilidad, frente al largo periodo de mínimos en la volatilidad de 2017.
En renta variable, seguimos apostando por EEUU, donde la salud económica y los excelentes resultados empresariales le permitirían resistir relativamente bien los temores comerciales y de cualquier otro tipo. También seguimos apostando por las acciones de mercados emergentes, que ofrecen oportunidades tras las caídas de los primeros seis meses del año, sobre todo en Asia. En cuanto a las bolsas europeas, peses a los sólidos beneficios, las inquietudes sobre los efectos negativos de los aranceles pueden seguir generando volatilidad, si bien es cierto que lo seguimos manteniendo como nuestra principal apuesta en este 2018, y más aún desde estos niveles.
Jorge Gómez
Endor Inversiones, S.L.
C/ Diego de León, 16 - 28006 Madrid
Tlf.: 34 660 538 334
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